




Cheesecake two ways!
¡Tarta de quesos de dos sabores! ¿Cuál es tu sabor favorito de mermelada? ¿Mejor la clásica de guinda o la refrescante de maracuyá? ¡Decidimos que no necesitamos elegir!
El Cheesecake tiene sus orígenes en la Antigua Grecia y desde entonces lo han reclamado como propio varios países del Viejo Continente; las versiones existentes son incontables y cada región ha desarrollado su propio estilo. Estados Unidos fue uno de los primeros países en popularizarlo fuera de Europa y son ellos quienes desarrollaron el estilo más común que se consume en Bolivia, con una capa de mermelada o jalea de frutas.
Esta vez decidimos hacerlo con las jaleas más tradicionales de Cochabamba y al encontrarnos en el dilema de decidir entre el sabor de guinda y maracuyá, ¡decidimos usar ambas! Además esto hace que la presentación sea aún más sofisticada.
Ingredientes
-
Masa*:
- 111g mantequilla
- 87 g harina de trigo integral
- 87 g harina para todo uso
- 3 gramos de sal
- 3 C/ de agua
-
Relleno:
- 250g de requsón
- 3 huevos, separados
- 1/2 taza de azucar
- 1 pizca de sal
- Cáscara de 1 limón
- Jugo de medio limón.
-
Jalea de frutas:
- Mermelada de Guinda
- Mermelada de Maracuyá
- Agua
- Limón
-
Extras
- Lámina de acetato
- Tijera
*Para hacer esta receta libre de gluten remplaza las harinas por 175g de harina de repostería de Bio XXI
Preparación:
Masa
La masa quebrada es una masa en la que la harina no se integra del todo con la mantequilla. Al cocerse, la mantequilla se derrite y crea capas o secciones que se separan o quiebran fácilmente. Por esto es muy importante mantener la masa en temperaturas bajas por lo que aconsejamos trabajar con mantequilla fría cortada en cubitos.
Coloca la mantequilla en la procesadora. Agrega las harinas y la sal. Mezcla a velocidad baja hasta que la mezcla esté bien combinada. Agrega agua y bate a baja velocidad hasta que la mezcla se una. No mezcles demasiado o activarás demasiado el gluten en la harina y tu masa quedará dura.
Con una espátula esparce la masa en una bandeja y déjala tapada en el congelador por 10 minutos.
Coloca la masa entre dos plásticos film y distribuye la masa al tamaño de tu molde con un rodillo. Pasa la masa al molde y cuida que estén bien distribuida en toda la base y bordes, una vez terminado colócala en el congelador hasta el momento que tu relleno esté listo. Puedes hacerla unos días antes sin mayor problema.
Relleno
Bate las yemas con el azúcar hasta conseguir una mezcla homogénea de color amarillo claro o punto letra. Agrega la ricota, la ralladura de limón, el jugo y la sal y mezcla rigurosamente. Aparte bate las claras de huevo hasta que quede en punto nieve. Mézcla las clara con el resto del relleno con mucha calma y en movimiento envolventes, siempre a mano de afuera hacia adentro con una espátula.
Hornea a 180ºC por 30 minutos, hasta que el relleno esté bien inflado. Retira y deja que enfríe (inicialmente sobre el mesón y luego dentro de la heladera.) Una vez frío desenmolda.
Jalea
Para lograr la definición precisa de las secciones de colores utilizamos acetatos cortados en tiras de una pulgada de ancho y el largo del diámetro de nuestro molde. Decidimos en cuántas secciones queremos dividir la tarta, nosotros lo hicimos en 6 (tres de cada sabor) y para esto necesitamos tres tiras de acetato. Dividimos el relleno en nuestras secciones cuidando que estén ligeramente enterradas para que la jalea no se corra de una sección a otra.
En una sartén a fuego lento colocamos la mermelada, le agregamos un chorrito de agua y unas gotas de limón, calentamos sin dejar de revolver hasta que esté casi líquida y con la ayuda de una jarrita llenamos las divisiones de la tarta. Repetimos los pasos con el segundo sabor y refrigeramos la tarta 10 minutos antes de retirar los acetatos. Ayudarse con la espátula para espacir la jalea hasta las líneas dejadas por el acetato.
Este postre va perfecto para terminar una cena romática acompañado de un vino blanco o rosado, así mismo puedes prepararlo para la hora del té acompañado de un buen café!
¡Buen provecho!
Descubre más recetas
